Para mi querida Malquerida, esperando me deje usar su nombre y no le moleste.
-¿Cómo conseguiste la dirección?-
-Sacha puede ser muy convincente cuando quiere, así que no dudo que el mismo Hazel se la haya dado en la mano-
- o quizá la haya robado..
-tal vez, no me importa-
-¿no crees que haya dado una dirección falsa?-
- no le conviene, así como es convincente es curiosa, y a cambio de la dirección le ofrecí a cambio el llevarla hasta Bruno-
-¡Estás loco!, ¿sabes que Sacha no tendría el menor escrúpulo en acabar con él de un solo tajo y además Bruno no está exactamente en la posición de poder darle pelea a nadie , mucho menos a Sacha-
- ¡Te puedes callar de una vez!-
Los ojos de Benyamín, mostraron ese fulgor verde que le caracterizaba cada vez que algo lo alteraba, en su mente las palabas de Shonatan comenzaron a cavar profundo sin que el pudiese detenerlas, sabia que había usado de moneda a Bruno, tal como se lo había advertido Cebaztian, estaba arrepentido, bien sabia de la voracidad de Sacha por defender aquello que creía correcto y si algo tenia inculcado era la pureza de su raza, ni su afán científico o su tan criticado “humanismo” podía permear del todo es su estricto sentido de las clases y las castas, para ella, el estaba violando la única regla que ella consideraba digna de ser perpetuada, sabía que había arriesgado a un inocente, ahora mas que nunca tendría que protegerlo, esta vez sabia que sobre Bruno se cernía una amenaza tan real como la noche oscura en la que caminaba.
Tan profundo calaron las palabras que Benyamin se distrajo un momento solo para volver en si al sonido de las manos de Shonatan estrellándose una con la otra y frotándoselas, su caminar por aquella calle oscura de casas abandonadas que los indigentes habían reclamado para si, se podía ver en las puertas de las mismas a varios de ellos compartiendo alguna improvisada fogata dentro de una lata, compartiendo algún plato sin terminar que habían recolectado de los botes de basura de los restaurantes que se encontraban en las avenidas principales del Centro Histórico, los mas afortunados compartían lo que algún turista que se compadecía de ellos dejaba de comer para regalárselos.
Ambos se detuvieron frente a la única casa que tenia las puertas cerradas, la única en que no había un solo indigente en la puerta, no siquiera cerca de ella, la única que conservaba su fachada completa, solo el maltrato que la suciedad propia de la ciudad le había dejado empañaba los cristales de los vitarles que adornaban las ventanas, los relieves de principios de siglo, los herrajes que apenas dejaban ver que hacía muchos años los rayos de sol que vagamente tocaban la casa encontraban piezas de oro puro bellamente terminadas, hoy dormían bajo una capa de mugre que sería difícil arrancar.
No titubearon al empujar la puerta, no hizo falta demasiada fuerza, las puertas cedieron con un sin hacer mayor ruido que aquel que provoco el aire que llenaba el vacio de una estancia que permanecía fría y oscura.
-sepan ustedes que van a entrar en una casa maldita- los detuvo una voz desde el interior de aquella casa.
-muchas gracias por la advertencia, pero venimos buscando a alguien- contesto Shonatan
- entonces deben saber que la mujer a la que buscan esta maldita también-
-Pues ya nos las arreglaremos con tantas maldiciones, ¡ahora muéstrese!-
No hubo mas respuesta, aunque el leve murmullo de una risa salió por las puertas de la casa.
Benyamin y Shonatan avanzaron con cuidado pero con aplomo dentro de la casa, una estancia que parecía detenida en los años 40´s les dio la bienvenida, tapices y muebles finos parecían estar ajenos al exterior de la casa, ya que parecía que se hubiesen estrenado solo unas horas atrás, a no ser por el fuerte olor a humedad y el frio de la casa se pensaría que aun seguía siendo habitada y usada, mas aun aseada minuciosamente , caminaron y siguieron por un corredor que casi de inmediato los llevo a una escalera de mármol, lo que Benyamin vio lo turbo un poco, a ambos lados de la escalera el pasamanos se encontraba coronado por el escudo familiar de de los Freder, Shonatan también advirtió los escudos, pero el fue el primero en levantar la vista y descubrir en lo alto de la escalera un cuadro similar al que adornaba la biblioteca de los Freder, solo que en este aparecían dos mujeres más al lado de la madre y el padre de Benyamin, una de ellas estaba seguro de haberla visto en algún lugar, sin embargo la otra, la que no le evocaba nada en la mente fue la que lo cautivo, sintió de pronto un escalofrió en las venas como si toda su sangre de pronto se hubiese convertido en un rio helado, busco con la mirada a Benyamin y lo encontró absorto en el cuadro, la imagen de su madre tal y como él la recordaba, con una ternura reflejada en el rostro que nadie mas había tenido nunca en su linaje ni en ningún otro, a su padre con ese aspecto de líder , transmitiendo aun desde un cuadro su autoridad, haciéndolo dudar de si no es que su padre de algún modo estaba presente en esa misma habitación, la imagen de la mujer desconocida, la que parecía triste y la otra, la que habían venido a buscar, la imagen de ella, de quien podía contarle lo que ya no se contaba, lo que paso a ser tabú hacía muchos años, a la que por alguna razón habían exiliado, la que ya casi nadie recordaba o quería recordar y los pocos que lo hacían solo la recordaban como La Malquerida.
Ok, si llegaron hasta aquí este es un proyecto que “revivió” hace unos días y quería presentarles un Teaser, aun no se bien a bien si se los voy a presentar en este espacio en otro aparte …pero bueno digan si les late seguir la historia, este es algo así como el inicio del capítulo 6.