Me reí hasta el cansancio….pero ya después lo medite bien y me di cuenta del uso que él y muchos otros le damos al sexo: para decir te quiero, para despedirnos, para dar la bienvenida, para evadirnos de la realidad, como premio, a veces hasta como castigo…y si le damos tantos usos brincamos a los disfraces que le ponemos…de amor, de poder, de perversión, depravación, promiscuidad, clandestinidad, placer..pero al final de cuentas sigue siendo solo SEXO.
¿Cuál es el problema con el sexo? Parece que el sexo o nos gusta o nos asusta, a veces me da mas por pensar que a la gran mayoría les asusta. Partiendo desde un punto en el mapa en que solo se vale ser realista TODOS sabemos que en realidad hay sexo sin relaciones y relaciones sin sexo, y es que el sexo es una necesidad, pero nos fascina justificarlo con el instinto; lo hemos adoptado como adicción y lo hemos elevado con el amor.
Pero el sexo como tal, nos permite definirlo y practicarlo como nos plazca, porque en el fondo, eso también define una parte de nuestro ser. A veces cuando solo te coges a alguien, en realidad estas satisfaciendo una necesidad propia, que de pronto le hagas el trabajo a alguien mas..pues fuiste buen niño o niña scout y ya estuvo.
Así, que no importa..o dicho propiamente NO ME IMPORTA como vivas el sexo... con porno, dildos, activos, pasivos, dominantes, sumisos, fisting, bareback, its, lluvia dorada, poppers, besos negros, 69´s, condones, a pelo, lubricantes, coock rings. Tu, yo, nosotros, ustedes y ellos sabemos que el sexo es algo intimo, aunque lo malo es que lo hemos hecho clandestino, y hablar de el parece vulgar. Así que muchos lo han confinado a cuartos oscuros, vapores y hoteles de quinta con las sabanas acartonadas por los esqueletos de miles de potenciales ciudadanos; o para darle santidad solamente en el sacrosanto hogar, aunque claro que en esos casos no es por vicio ni por fornicio, sino por poner otro hijo ante Dios y su servicio.
No digo que andemos de calenturientos poniéndole por ahí en cada hoyo de pared o poste, aunque en tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera, pero tampoco meterlo en la mazmorra de la famosa y socorrida ”moral social”. Pero bueno, entiendo que si no podemos decirle al pene “pene” y “testículos” a los testículos, (bautizándolos con nombres tan irrisorios como “cosita”, “las partes”, “pistola”, “palo”, “Shushu” e incluso “las joyas de la corona”(bueno hay unos tan bonitos que si son de exhibición), menos podemos vivir el sexo de una manera mas plena.
Así que si están de acuerdo, tratemos de pensar lo siguiente la próxima vez que tengamos sexo: podemos gozarlo o podemos sufrirlo, pero también debemos sobrevivirlo, porque es más grato poder venirse, que irse.