Tal vez sea que nunca he creído en eso de que hay ocasiones en que no tienes nada que perder y si mucho por ganar, será tal vez que creo mas en aquello de que cuando hay algo muy grande por ganar, también es porque hay algo muy grande por perder, puede ser.
Hace unos momentos tuve una cita con un hombre de esos que te tocan una vez y su toque permanece por siempre, ya alguna vez algo de el ha estado en este blog, lo digo para que no crean que es un nuevo encuentro y también para que entiendan porque lo irónico, al menos para mi del asunto es que se llama …si adivinaron Iván, pero vamos para diferenciarlo del Iván abogado y del Iván que ya todos conocemos usemos su inicial, Iván A.
Bueno resulta ser que con Iván A. hay una historia de encuentros furtivos de encuentros en los cuales el tiempo no ha sido el indicado, de cuando el ha querido algo serio yo no y viceversa. Nuestro último encuentro fue hace ya unos 20 días, un encuentro en el que bailamos, nos dimos uno que otro beso tímido sin que nadie en todo el bar se enterase y platicamos mas que nada acerca de lo mal que esta mi situación laboral y que a la fecha van dos meses que no recibo ni un céntimo de lo que se supone es mi salario y de que gracias a que el tiene mi CV en sus manos y que se dedica al terreno de los Recursos Humanos, he logrado concertar la entrevista de trabajo que me tiene tan entusiasmado, el día de hoy me ha soltado así sin mas que se va a vivir a Guadalajara, una ciudad a unas 8 horas de donde vivo, (el DF) pero el detonante fue que me propuso irme a vivir con el.
Aja…pensé lo mismo , como así casi saliendo de la nada viene esta propuesta, así que después de platicarlo un rato, de que me convenció de que me lo ha dicho en serio, de que no quiere que tome una dedición apresurada y de exponer sus razones y de yo exponer las mías hemos llegado al acuerdo de frecuentarnos mas en estas semanas que quedan para que el se vaya a Guadalajara, de esperar ver que pasa con mi proceso de búsqueda de trabajo aquí en DF, y que como el dice, y me purga un poco el que tenga razón, de momento yo no tengo realmente que perder…lo que si tengo que perder es el miedo a dejar esta ciudad, de que me equivoque al embarcarme en la aventura de vivir con el en otra ciudad en la que ambos somos extraños, de que ambos por mucho que nos queramos y sintamos afinidad uno por el otro somos extraños, tengo, es cierto, recelo de que después de tanto tiempo se dé de su propia mano la oportunidad de construir algo con él, de dejar de creer que por tener el nombre que tiene voy a pasar por lo que pase con alguien más…y puedo hacer esta lista tan extensa de momento que eso también me da miedo.
Pero bueno, el miedo no puede durar mucho, o no debe de durar mucho…yo he dicho que la vida no va llegar a tocarte a la puerta, pero de momento me siento un poco viejo para una nueva locura, pero también me siento un poco viejo para dejar pasar una oportunidad.
Todo esto de verdad es como de pronto ver o escuchar palabras con las que he soñado tantas veces y justo de su voz, cualquiera diría es un sueño hecho realidad, solo que a mi edad y a su edad los sueños que se hacer realidad se hacen compromisos.
Lo curioso es que todo este tiempo en el que he montado diferentes escenarios de lo que puede salir mal, de lo que puede salir peor, la respuesta dentro de mi sigue siendo la mismas: si.
Simplemente no se que es lo que me detiene, si la prudencia, la precaución ¿O será tal vez que solo tengo miedo a ser feliz? ¿a abrirle una ventana a la esperanza?, ¿a desabrocharme el mundo, abrir las alas y hecharme a volar?...total que tengo que perder......... el suelo sigue estando ahi.
.jpg)
