Casi estoy seguro que lo aprendí
de mi abuelo en una de esas tarde que pasábamos juntos metidos en la cocina
preparando pan de natas para la cena, - las cosas malas se conmemoran, las
buenas se celebran-. De esto hace ya muchos años, pero lo que bien se aprende jamás
se olvida.
Otra cosa que he aprendido, y no
de mi abuelo, sino de todo eso que en conjunto llamamos “vida” es que antes de
decir que algo que nos paso y deja marca permanente en la memoria será algo
para celebrar o conmemorar, debemos de espera a ver que nos trae después de un
tiempo.
Hoy hace un año recibí una
noticia que sin exagera lo digo, hizo temblar mis mas profundos cimientos al
grado tal de que de verdad creí derrumbarme y no de un solo tajo, sino de la
peor manera, de poco a poco….fueron largos días pretendiendo que todo estaba
bien y largas noches de llorar solo, porque se me dificulta el llorar
acompañado, pero resulta que con todo y lo largos que resultaron algunos días,
angustiosos otros cuantos, inciertos unos mas, hoy ya hace un año y resulta que
a la vuelta de la rueda no es que este peor, no destruido, NO…resulta ser que ahora
me di cuenta que tengo amigos de verdad, si, de esos que están con uno en las
buenas y las malas, es mas de esos que hacen de las malas las buenas, me di
cuenta que puedo aguantar mucho mas de lo que alguna vez pensé, de algún modo me
hice mas paciente y fuerte, mas humilde pues tuve y aun tengo que decir mas de
una vez cosas como –ayúdame, abrázame- o bien dejarme sostener y llorar en los
brazos de alguien, aprender a reconocer con junto a mi fortaleza mi debilidad.
Hoy hace un año que mi vida no es
igual, curiosamente a ojos de muchos que no conocen el fondo de esta “olla” (porque
como dice el dicho, eso solo le corresponde a la cuchara), mi vida es mejor, y
no es que sea peor, no, simplemente cambió.
Así que en carne propia lo digo,
algo malo hoy día no lo es tanto, tampoco es que tenga que lanzar guirnaldas al
vuelo, pero tampoco tiene que ser un día triste, quizá sea un día de alterne
entre conmemoración y celebración, lo único que les puedo decir es que de
momento no me queda mas que pedir ¡que no pare la orquesta, caballero!
7 comments:
Cari cariño
Yo creo que me encantaría hacer un Thanks giving bloguero, un día de agradecer a mis queridos y adorados compañeros de vida blogueril y tú eres uno de ellos.
Sabes que se te quiere, se te aprecia y te mando todos los besos.
Lo que haya sido, conmemoración o celebración, puede ser concelebración o respetuoso recordatorio.
Los años que se cumplen de los daños o de las bendiciones son una marca, a veces indeleble, a veces simple punto.
Como los tatuajes, aunque sin vuelta posible.
Saludo cariñoso.
Es cierto que son los venenos los que nos hacen fuertes... no nos mataron y en cambio nos dieron un nuevo poder de visión...
de valorar la vida.
Hay que, literalmente... vivir para contarlo.
Abrazo, Toño.
Sea como fuere, te deseo lo mejor en este "aniversario" medio bueno, medio malo, del que nos hablas... y hablando de sabiduría de los abuelos, el mío decía: "Para tres días que nos quedan, y dos lloviendo, no nos jodamos el único que nos queda con sol"
Un abrazo, lo que no nos mata... nos hace mas fuerte... sabias palabras... se le aprecia montones...
que no pare de tocar y que se aviente el mariachiloco para agarrar ambiente!
si tu te sientes bien, nosotros nos sentimos bien, si tu te sientes mal, nosotros nos seguimos sintiendo bien,... que no?
;-)
xhaludos!
Te Quiero mucho, aunque platonica y transoceanicamente. Te tengo presente. Cuidate.
SLA
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