EL INQUILINO QUE NO SE QUIERE IR

Digamos que con la familiaridad que he desarrollado a últimas fechas con los hospitales, es para que el “recelo” que les tengo ya no existiera o bien fuese más chiquitito que un pitufo. Pero resulta ser que en estos días que el buen Mike paso de estar bastante enfermo por un problema estomacal que se le complico por su carácter de diabético a estar grave…pues acabamos en el hospital, uno distinto del cual yo me estoy atendiendo, pero por principio y fin de cuentas hospital.

Vamos que lo mío con el inquilino es una inyección cada cuanto y después los malestares propios de la quimo, solo una vez se puso rudo el asunto (ya de eso les conté), pero al ver a Mike, si bien es cierto rodeado de gente que se preocupa por el y que le ha mostrado su afecto incondicionalmente, no puede evita verme en su espejo, de pronto verme conectado al suero, a dos o tres maquinas que me estén monitoreando, pálido y a vista de cualquiera demacrado..pues si, si me dio MIEDO, así con esas letras…un miedo sustentado en que vengo estando corto de hambre (un efecto secundario de que muchas cosas me den asco), somnoliento (un efecto de que no este comiendo de todo), vengo bajando de peso a un ritmo “no sano” (vamos nadie se espante pero si no estas haciendo dieta y ejercicio cualquier bajada de peso es de llamar la atención), que mi cuerpo esta ahora si sacando al “inquilino” pero este se esta agarrando a las paredes con uñas y dientes y que aparte mis endorfinas están de vacaciones…pues si me pongo nerviosito la verdad.

Hoy, por ejemplo, me siento bastante mal..como explicarlo…bueno supongan que sus huesos son de hierro al rojo vivo y su piel es como un plástico helado…ya, pues así ando el día de hoy, ya me inyectaron un “estabilizador” que lo único que hace es que solo sienta “escalofríos” todo el día.

Si ya se, igual ando exagerando la nota, pero quería sacarlo, lo siento si les he incomodado…