JUGAR ¿POR JUGAR?

Ando buscando una pasión de contrabando
Sigo esperando en el mercado de ocasión
Ando buscando una mujer tan puta como yo
Un juez y parte al ajedrez

Contrabando
Joaquin Sabina

Una de las leyes irrefutables de la física es aquella que aplica al magnetismo..sí, esa de “polos opuestos se atraen, polos iguales se repelen”, esto me dan ganas de que en ciertos casos excepcionales no sea cierto, o al menos lo es para Edgar y para mí…

¿Por qué somos polos iguales? Porque somos una versión mas o menos de lo mismo, unos de esos que no prometen amor a cambio de caricias, besos o abrazos..unos de esos que ponemos ternura en la taza de café para hacerte la tarde agradable y poder colarnos en tus noches, unos de esos caballeros de blanca y brillante armadura con negras intenciones, de esos que van a rezar contigo el rosario mas devoto de tu religión justo de rodillas frente a la fuente de pecados en la cual queremos zambullirnos contigo, de aquellos de los cuales te han dicho que debes de alejarte pero que en aras del descubrirte libre caes en su jaula, de los que muchos tratan de huir para acabar tropezando ganado raspones en las rodillas que nosotros hemos de curar...de esos que te toman una noche sin intención de conservarte ni siquiera un amanecer, de esos que sabemos que al enamorarnos nos entregamos totalmente.

Ayer lo dos nuevamente jugamos nuestras cartas el uno con el otro, un juego delicioso, pedantería y coqueteo incluido..llegamos a insinuar que apostaríamos nuestro mas preciado valor, nuestro mejor arma y nuestra mayor debilidad..Apostamos a enamorarnos…la apuesta fue tan provocadora que acabamos justo donde queríamos, entre brazos , piernas, sudores, jadeos, contra la pared y de la cama al suelo, tocándonos y besándonos todo lo bueno y malo que tenemos..Incluso el amor.

Uno de estos días de verdad volvamos a jugar y a apostar lo mejor que tenemos…..uno de estos días