Yo creo que uno se da cuenta de la soledad de los demás cuenda esta llega y nos toca a la puerta en la cara de nuestro mejor amigo que nos confiesa que regreso con su “ex” con un cero de animo en la voz y la mirada perdida en las nalgas del tipo que recién paso, o bien en la enfermedad recurrente de una buena amiga y los pleitos con su padre al que por anexión a convertido en padre de su hijo.
La soledad de los demás, cuando los demás se dan cuenta de que la padecen no es mas que la corbata que no te gusta pero que de alguna extraña razón forma parte del uniforme corporativo que la vida moderna a veces nos impone. Es como esa mujer u hombre según les apetezca medio misterios y atrayente que las mas de las veces resulta ser mas sencillo de lo que se veía.
Y lo mejor de la soledad de los demás es que nos permite corroborar nuestras facultades heredadas de nuestros antecesores biológicos, de los animales pues!!!!, pues podemos comprobar que hemos olfateado perfectamente bien que alguno de nuestros amigos o familiares, aunque no este solo, pues se siente solo. Así de fácil..y lo mejor nos da en ese mismo instante un titulo de psicoanalista que el mismísimo Freud envidiaría y la capacidad de decorador de espacios (tanto interiores como exteriores) que harían que tanto Martha Steward y los Queer Eye for the Straight Guy quedaran cual estatuas de marfil; o van a negar que podemos convertir la mesa del café, la cola del cine, el embotellamiento en el trafico o la sal de espera de alguna oficina en un diván para la mas sesuda intromisión en la vida de otro..y acabar diciéndole..”por eso estas así”
Ahora que también puede ser peligrosa la soledad ajena ..hay algunos que por sentirse solos dan conferencias a las 6.00 a.m. y se postulan a la presidencia de un país…nadie que no sea pobre, corrupto, o perredista se vaya sentir ofendido por favor.
Pero en fin, tiene su lado bueno la soledad ajena, ya que llega , nos hace una visita, charla amenamente con nosotros, se toma el té y las galletitas pero siempre, siempre, tiene que regresar a su casa.
La soledad de los demás, cuando los demás se dan cuenta de que la padecen no es mas que la corbata que no te gusta pero que de alguna extraña razón forma parte del uniforme corporativo que la vida moderna a veces nos impone. Es como esa mujer u hombre según les apetezca medio misterios y atrayente que las mas de las veces resulta ser mas sencillo de lo que se veía.
Y lo mejor de la soledad de los demás es que nos permite corroborar nuestras facultades heredadas de nuestros antecesores biológicos, de los animales pues!!!!, pues podemos comprobar que hemos olfateado perfectamente bien que alguno de nuestros amigos o familiares, aunque no este solo, pues se siente solo. Así de fácil..y lo mejor nos da en ese mismo instante un titulo de psicoanalista que el mismísimo Freud envidiaría y la capacidad de decorador de espacios (tanto interiores como exteriores) que harían que tanto Martha Steward y los Queer Eye for the Straight Guy quedaran cual estatuas de marfil; o van a negar que podemos convertir la mesa del café, la cola del cine, el embotellamiento en el trafico o la sal de espera de alguna oficina en un diván para la mas sesuda intromisión en la vida de otro..y acabar diciéndole..”por eso estas así”
Ahora que también puede ser peligrosa la soledad ajena ..hay algunos que por sentirse solos dan conferencias a las 6.00 a.m. y se postulan a la presidencia de un país…nadie que no sea pobre, corrupto, o perredista se vaya sentir ofendido por favor.
Pero en fin, tiene su lado bueno la soledad ajena, ya que llega , nos hace una visita, charla amenamente con nosotros, se toma el té y las galletitas pero siempre, siempre, tiene que regresar a su casa.
1 comment:
Ay Toño tanto tiempo sin venir a leerte y mira lo que vengo a leerte, no creo en la soledad, más bien existe la desolación, en eso creo yo, pero la soledad no, chale siempre tus comentarios anti perredistas me sacan tremenda carcajada.
abrazos
oye, un día nos deberíamos ir a tomar un cafecito a un starbucks no? yo invito
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