Iba caminando por la calle, se detuvo un momento respiro hondo y cayo de golpe al suelo, los que lo vimos caer fuimos los primeros en acercarnos y lo supimos de inmediato ..estaba muerto..así de repente... justo frente a la farmacia de la cual yo salía de comprar un Labello Med (mala publicidad para la farmacia, right!?) y solo me quedo cruzar la calle y regresar a mi trabajo, dice el refrán: mucho ayuda el que no estorba.
5 minutos después, y desde mi oficina vi llegar la ambulancia y unos 10 minutos mas tarde la llegada mas esperada de todas y la mas triste por supuesto...la familia del muerto, afortunadamente una familia chica, desafortunadamente una familia pobre...los gritos de la hija ( una chica de unos 19 años) realmente me estremecieron ...y el rostro desorbitado de la esposa no podían mas que hacer que uno se saliera de tal escena y dejar ahí a quienes realmente debían de estar.
Y no es la muerte en si lo que nos afecta, creo yo, sino la ausencia, y sobre todo la repentina...esa que se da como en este caso, sin esperarla siquiera.
Y escribo esto por dos motivos...el primero es que tal vez hoy nos paramos con la agenda en la mano, enumerando TODO lo que tenemos que hacer, pero no sabemos si en la agenda de alguien mas seamos un “algo que hacer”. Y el segundo motivo si por alguna razón estamos ausentes de la vida de alguien, mejor dejemos de leer esto y hagamos un acto de presencia con una llamada, con una visita, con un mensaje.....porque no con un te quiero, con un te extraño, con un perdoname...
5 minutos después, y desde mi oficina vi llegar la ambulancia y unos 10 minutos mas tarde la llegada mas esperada de todas y la mas triste por supuesto...la familia del muerto, afortunadamente una familia chica, desafortunadamente una familia pobre...los gritos de la hija ( una chica de unos 19 años) realmente me estremecieron ...y el rostro desorbitado de la esposa no podían mas que hacer que uno se saliera de tal escena y dejar ahí a quienes realmente debían de estar.
Y no es la muerte en si lo que nos afecta, creo yo, sino la ausencia, y sobre todo la repentina...esa que se da como en este caso, sin esperarla siquiera.
Y escribo esto por dos motivos...el primero es que tal vez hoy nos paramos con la agenda en la mano, enumerando TODO lo que tenemos que hacer, pero no sabemos si en la agenda de alguien mas seamos un “algo que hacer”. Y el segundo motivo si por alguna razón estamos ausentes de la vida de alguien, mejor dejemos de leer esto y hagamos un acto de presencia con una llamada, con una visita, con un mensaje.....porque no con un te quiero, con un te extraño, con un perdoname...
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