El cuerpo humano es algo que nunca me dejara de sorprender, unos mas que otros claro esta, jejeje, pero si algo también es extraordinario es la memoria…funciona de manera rara..o al menos la mía si que lo hace…puede traerme recuerdos muy, muy lejanos con solo escuchar un sonido en la distancia y dejarme ahí perdido un buen rato…o bien dejar muchos recuerdo guardados y bajo llave en uno de los rincones mas obscuros y por si fuera poco tras de una puerta de esas que niegan lo que esconden.
O al menos eso creía yo, hasta ayer por al noche que fue uno de esos días que salí extraordinariamente tarde de trabajar, con ganas de solo ir a la cama…y en eso estaba cuando justo al poner la llave de la reja de la entrada principal de mi edificio mi estomaguito coludido con mi garganta tuvieron antojo de un “juguito”…y bueno quien soy yo para no consentir a mi estomago y mi garganta…estarán de acuerdo!!!!
El caso es que me fui al 7-11 que esta cerca de casa….y justo estaba tomando mi jugo de uno de los refrigeradores cuando una voz..que hacia mucho no escuchaba, pero de lo mas familiar, no solo para mis oídos, sino para ese rincón donde se guardan los sentimientos, para mi piel y mi corazón (que comenzó a latir mas fuerte)…pues no quedo mas que voltear y si…no me equivoque ahí estaba, como la aparición mas extraña, Juan Pablo.
No pude mas que esbozar una sonrisa, misma que se reflejo en su cara …y en la de ambos se convirtió en una carcajada al ver que no supimos ni como saludarnos..un abrazo a medio dar, un beso frustrado..pero eso si con mucha emoción…mi pregunta obligada de “Que haces aquí? fue contestada con un “ solo pasaba por aquí y me baje a ver que había de nuevo en la Zona Rosa”.
Nos sentamos ahí en el quicio de las escaleras del 7-11, a platicar de la noche , de un poco de esa nuestra noche en la que yo no se porque, salieron una que otra disculpa de cosas que pasaron hace años, y bueno sinceramente quedamos en que nada teníamos que perdonarnos, nadie debe pedir perdón por iluminar la vida de alguien y yo debo decir que el brillo de la luz de esa relación abrió para mi muchas ventanas.
No hubo intercambios de teléfonos, entre nosotros eso no debe de pasar, ambos lo sabemos…seria hasta peligroso, nos despedimos…tal vez el también esperando que el destino nos deje vernos nuevamente pronto…así es mejor dejarlo a las omnipotentes manos del destino…
O al menos eso creía yo, hasta ayer por al noche que fue uno de esos días que salí extraordinariamente tarde de trabajar, con ganas de solo ir a la cama…y en eso estaba cuando justo al poner la llave de la reja de la entrada principal de mi edificio mi estomaguito coludido con mi garganta tuvieron antojo de un “juguito”…y bueno quien soy yo para no consentir a mi estomago y mi garganta…estarán de acuerdo!!!!
El caso es que me fui al 7-11 que esta cerca de casa….y justo estaba tomando mi jugo de uno de los refrigeradores cuando una voz..que hacia mucho no escuchaba, pero de lo mas familiar, no solo para mis oídos, sino para ese rincón donde se guardan los sentimientos, para mi piel y mi corazón (que comenzó a latir mas fuerte)…pues no quedo mas que voltear y si…no me equivoque ahí estaba, como la aparición mas extraña, Juan Pablo.
No pude mas que esbozar una sonrisa, misma que se reflejo en su cara …y en la de ambos se convirtió en una carcajada al ver que no supimos ni como saludarnos..un abrazo a medio dar, un beso frustrado..pero eso si con mucha emoción…mi pregunta obligada de “Que haces aquí? fue contestada con un “ solo pasaba por aquí y me baje a ver que había de nuevo en la Zona Rosa”.
Nos sentamos ahí en el quicio de las escaleras del 7-11, a platicar de la noche , de un poco de esa nuestra noche en la que yo no se porque, salieron una que otra disculpa de cosas que pasaron hace años, y bueno sinceramente quedamos en que nada teníamos que perdonarnos, nadie debe pedir perdón por iluminar la vida de alguien y yo debo decir que el brillo de la luz de esa relación abrió para mi muchas ventanas.
No hubo intercambios de teléfonos, entre nosotros eso no debe de pasar, ambos lo sabemos…seria hasta peligroso, nos despedimos…tal vez el también esperando que el destino nos deje vernos nuevamente pronto…así es mejor dejarlo a las omnipotentes manos del destino…
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