Ustedes ya sabrán sobre manera
que de mí no se puede decir algo así como que en mi cuerpo cohabiten mi alma y
el de la Madre Teresa de Calcuta, pero confieso que si, a veces, algunos días
como que si se me da eso de hacer una que otra buena acción.
Y esto lo cuento no para hacer ostentación
o gala de ello, sino por algo que paso cuando hice algo parecido a una buena acción,
verán, venia de regreso del gym y pase a comprarme un sándwich de atún, mismo
que me sirvieron, como siempre, partido en mitad..me fui caminando y justo unos
pasos adelantes estaba una “maría” con un niño en brazos pidiendo limosna…yo me
detuve y le ofrecí la mitad que aún no mordía de mi sándwich, ello lo acepto.
Yo seguí caminando y de pronto alguien
me toco por el hombro, un señor y me dijo - ¿Por qué le diste tu comida?- la verdad es que me sorprendió su pregunta, digo no obstante
le respondí que lo hice porque, simplemente, podía hacerlo y lo que para mí es
medio sandwich, para ella y su niño, tal vez era su única comida del día de hoy……¡y
que se desata la bestiaaaa!, parece que ofendí mortalmente al tipo, de
inmediato me recito que por gente como yo, esa gente sigue en las calles, que
soy parte de un problema, además de lo que ya sabemos de muchas, o de todas,
las “marías” que llegan y las ponen ahí, que tienen que llevar una cuota..etc,
y si le dije que eso lo se de sobra, pero que justo por eso también es que no
le di una moneda, sino comida que solo puede ser para ella y su hijo.
Bueno eso no fue suficiente para
el tipo, porque lo único que me dijo, antes de seguir su camino fue – eres un
pendejo-…y si, tal vez lo sea, pero sigo pensando en mi pendejez ¿en qué le
afecta a este tipo lo que hice? Tal vez ustedes me puedan dar una pista.