ESO TAMBIEN HAY QUE DECIRLO....

Pregunto y desde ya admito que puedo estar equivocado pero díganme ¿Por qué nos molesta que nos hagan ver que estamos mal?

Ok, fui simplista en mi pregunta y tal vez requieran de un poco de feedback para entender de donde viene esto, así que aquí va…Resulta que el día de ayer un compañero de trabajo/compañero de gym me contacta para decirme que está muy deprimido y que necesita hablar conmigo en particular. Así pues impostado en confesor/analista/consejero/atleta de gym terminadas las respectivas rutinas de ejercicio salimos a platicar del tema, lo que le ocurre es que la novia con la cual corto (el la corto) y el coincidieron el sábado pasado en una fiesta, pero el problema es que ella llego acompañada de un tipo al cual presento como su “novio”, peor aún la ex novia en cuestión, quien también asiste al gym, ahora va con el nuevo novio al gym…así que eso lo tiene a él muy deprimido. –deprimido ni madre!, lo que tú tienes es un pinche dolor de ego de esos que hacen afición- esa fue mi primer reacción.

Y a él no le gusto.


Por eso es que me pregunto, ¿en qué momento nos programan a solo recibir palabras bonitas por lo que hacemos?, digo es que cuando uno hace cosas buenas es incluso justo que nos digan cosas como –¡qué bien lo hiciste!-, ¡bravo por ti!-, ya saben cosas por el estilo y quienes nos las dicen, bueno casi, casi entran por la puerta grande a nuestro rubro de afectos, en tanto que si de verdad no hicimos las cosas bien o de plano causamos casi un conflicto nuclear, nos ponemos de lo más sensibles y no queremos que nadie nos diga que hicimos una pendejada, que somos unos verdaderos y auténticos hijos de puta desde la H hasta la A, que nos salimos del cuadro y bueno demás cosas que uno puede decir para ejemplificar el que de plano la regamos.

Digo , también hay que saber decirlo, no se trata de soltar esas cosas como si estuviera uno dando flores, no, pero nos corresponde como amigos o como buenos compañeros de trabajo decirlas bien dichas, que es para eso que nos piden la opinión ¿no?, y esa opinión es para que podamos ver desde otra luz alguna acción y sus consecuencias. Además hay veces que uno se las merece y si nadie nos las dice podemos ir por la vida pensando que todo cuanto hacemos merece una fanfarria cuando de verdad hay cosas que hacemos que merecen una sonora trompetilla.

Es como este poste que en mi opinión, merece un –ay! No mames!-
Jajaja.