Si hay algo que me resulta las mas de las veces extraño de entender es el cariño entre familiares, y ahora mismo les digo porque…resulta ser que tengo parientes que aunque son mas “cercanos” en el trato y en los lazos consanguíneos , pues simplemente no los soporto, de verdad!!! Me parecen el equivalente a un dolor de huevos, bueno no el equivalente justo un dolor de huevos, y sin embargo existen otros parientes que si bien no somos TAN cercanos y de hecho no nos vemos mas que mmm..que será…mmm..nunca!
El caso es que el miércoles ( y yo no se porque lo escribo hasta hoy) recibí una llamada de mi prima Hilda (por parte de la familia de mi mama) diciéndome que Enrique (su hermano) andaba aquí en el DF y que quería hablarme, obviamente mi respuesta automática fu darle mi numero y a los 5 minutos ahí estaba la llamada de Enrique, así que para que esperar, quedamos de vernos en un Starbucks para platicar…y aquí viene lo curioso..teníamos de no vernos al menos 10 años y nos reconocimos al instante, y dígase RECONOCIMOS en todo sentido ya que después de 15 mins de platica Enrique me tenia al tanto de sus últimos años de vida y de lo delicada de su situación sentimental hombre/novio/padre, a lo cual ante tanta sinceridad yo le conté igual de mi vida amorosa/laboral sin ocultar que soy gay…simplemente no me salio mentir o siquiera cambiar pronombres para ocultar mi condición homosexual, lo cual no le molesto en lo mas mínimo, ya que la platica siguió aun mas relajada
2 ½ horas de platica después nos despedimos, abrazos, sonrisas y nos llamamos el día siguiente, bueno de hecho el fue quien llamo…por eso digo que no logro entender como funciona eso de que “la sangre llama”, pero ahora si como dicen por ahí, funciona y funciona muy bien.
El caso es que el miércoles ( y yo no se porque lo escribo hasta hoy) recibí una llamada de mi prima Hilda (por parte de la familia de mi mama) diciéndome que Enrique (su hermano) andaba aquí en el DF y que quería hablarme, obviamente mi respuesta automática fu darle mi numero y a los 5 minutos ahí estaba la llamada de Enrique, así que para que esperar, quedamos de vernos en un Starbucks para platicar…y aquí viene lo curioso..teníamos de no vernos al menos 10 años y nos reconocimos al instante, y dígase RECONOCIMOS en todo sentido ya que después de 15 mins de platica Enrique me tenia al tanto de sus últimos años de vida y de lo delicada de su situación sentimental hombre/novio/padre, a lo cual ante tanta sinceridad yo le conté igual de mi vida amorosa/laboral sin ocultar que soy gay…simplemente no me salio mentir o siquiera cambiar pronombres para ocultar mi condición homosexual, lo cual no le molesto en lo mas mínimo, ya que la platica siguió aun mas relajada
2 ½ horas de platica después nos despedimos, abrazos, sonrisas y nos llamamos el día siguiente, bueno de hecho el fue quien llamo…por eso digo que no logro entender como funciona eso de que “la sangre llama”, pero ahora si como dicen por ahí, funciona y funciona muy bien.
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