Desde siempre, o mejor dicho desde que tengo memoria y capacidad de
decidir y decir lo que en verdad me gusta y lo que no, lo que para mi es iguala
decir “desde siempre”, el día de los muertos es mi festividad favorita de todas
aquellas de las que siendo mexicano me toca disfrutar, observa y saber. Vamos
no es que no me sienta patriota pero odio como se ha prostituido en gran medida
el que cada 16 de septiembre ser mexicano implique emborracharse o protestar
por como esta el país pero seguir siendo un cabrón que lo que hace mal no
afecta al país, etc…y bueno de la navidad y demás pues es que de verdad ya nos
la ponen tan a la fuerza ¡desde octubre! Que bueno me entra una cosa de ganar
de quiere dinamitar cada arbolito de la ciudad que no vieran, vamos que si no
fuese por mi concurso anual de #ElÁrbolDeNavidadMasFeo me lo pasaría muy sin
fijarme; ¡ah! Y por loe regalos, no voy a venir a decir ahora que no me encantan
los regalos navideños.
Pero bueno volviendo al Día de Muertos, esta es mi celebración
favorita, porque creo que al menos por esas horas entendemos que la muerte es
parte constante de nuestras vidas, que entendemos que todos esos a quienes
quisimos en vida siguen latentes aunque ya no estén para verles de frente, que
caemos en cuenta que si, los extrañamos y que ese egoísmo que aporta la mayor
arte del dolor a una perdida se diluye en colores y aromas únicos de esta fecha…básicamente caemos en cuenta en
que la muerte separa o une en la medida que nosotros queramos.
Y hablando de la muerte, y si es que cuando me llegue pueda yo verla
venir con calma y no me toque de sopetón, y más aun para cuando después de
muerto ha algunas cosas que me gustaría que ocurrieran:
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Lloren,
pero poco, vamos para que no digan que son ustedes unos insensibles cara de
pistola, jueputas, lloren un poco, meramente por el convencionalismo social,
pero después por favor rían y hagan chistes a mis costillas.
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Pónganme
un altar, no muy grande, a la medida de su recuerdo pero pónganme algún libro
nuevo, ese que mas les haya gustado y que quisieran que yo leyera, y un ipod o lo
que sea que se use para escuchar música , ya ven que siempre me ha gustado
escuchar que hay de nuevo y hay hábitos que no creo que la muerte cambie.
·
Acuérdense
de todas las cabronadas que llegue a hacer en vida, no las exageren tampoco,
pero nada me haría volverme un espíritu vengativo de esos que poseen a la alma
a alguien que anduviesen por ahí diciendo – era tan bueno-, -era un alma tan
caritativa- o sea no, no chinguen.
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¡ni en
pedo se les vaya ocurrir usar una Ouija para llamarme! Salvo que para cuando yo
muera Madonna y Bosé sigan vivos y saquen nuevo disco pues ahí si, me invocan nomas
para escucharlo y ya.
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Tengan
en mente que no importando que tan cercanos o lejanos éramos al día de mi muerte
todos y cada uno de ustedes (si, hasta tu que crees estar leyendo esto por
casualidad) de algún modo formo parte de mi vida y en algo la cambio, y que ya
teniendo toda la eternidad para poder recordarlo y agradecérselos, tal vez, de
forma esporádica los visite en sueños para darles las gracias.